E: ¿Cómo fue tu formación?

 

L.I: Empecé examinándome por libre por el conservatorio de Madrid para sacarme el titulo de bailarina. A los 14 años me becaron para entrar al Ballet de Euskadi, en el que formé parte hasta los 18 años. Me fui a vivir a Madrid y mientras me sacaba la titulación de bailarina por La Royal Academy, empecé a dar clases de ballet clásico y era miembro de Joven Ballet de África Guzman. A continuación estuve en Londres becada por The Place, sacándome un título “One year Certificate”. Al regresar a Bilbao empece a dar clase en “La trova Menesa” y en “Dantzarte”. Y por último me saqué la titulación de monitora de pilates por “Peak Pilates”.

 

E: ¿En que trabajas actualmente?

 

L.I: Sigo dando clases en “La trova Menesa” escuela de música y danza y en “Dantzarte” escuela de música.

 

 

E: ¿Qué es lo que más te gusta de bailar?

 

L.I: Para mí es mi vida, es todo lo que he hecho en mi vida y no lo cambiaría por nada.

 

 

E: ¿Cuál es tu disciplina de baile favorita y por qué?

 

L.I: Danza clásica. Para mí es la más completa y si la dominas, dominas cualquier otra.

 

 

E: ¿Crees que la danza está menospreciada?

 

L.I: Sí.

 

 

E: ¿Consideras el baile un deporte o un arte?

 

L.I: Un arte.

 

 

E: El ballet es muy competitivo, ¿has vivido alguna experiencia relacionada con eso?

 

L.I: Más o menos. Tuve una compañera bastante celosa pero se podía llevar.

 

 

E: ¿Qué le recomendarías a alguien que quiera ser bailarín profesional?

 

L.I: Que estuviese seguro. Y si lo está, que vaya a por todas. La danza es muy vocacional y si de verdad consigues alcanzar tus objetivos te llena la vida.

 

 

E: ¿Tienes alguna referencia en el mundo del baile que aprecies?

 

L.I: Sí. Viejos profesores que te apoyan y te aprecian.

 

 

E: ¿Crees que se ha abolido completamente el pensamiento de que los hombres no deberían dedicarse al baile?

 

L.I: No. El problema es desde casa, en sus padres....